miércoles, 4 de junio de 2014

La vulnerabilidad*

A nadie le gusta verla ni reconocerla. Ni siquiera reconocer que también la tiene. Es mejor pensar que uno es fuerte y que las cosas no afectan.

Peri no es así. Esta allí y aparece para recordarte cosas: como que tienes miedo (a los cambios, a tus inseguridades, prefieres que las cosas no se muevan y sigan su mismo curso para mejor. No para peor)....

Aunque no quieras te encuentra, te sorprende en las cosas más mínimas. Yo ya no me espanto de tenerla, aunque a veces me sorprende ver que soy más frágil de lo que creo, que las cosas más mínimas me pueden afectarme de una manera exorbitante.
Pienso, sueño, deseo, amo y lloro, me molesto y sufro y escucho una canción que me hace recordar mis ilusiones y envidio y deseo de nuevo y sale a flote mi fragilidad.

Y aunque todo sea difícil, aunque a
veces ODIO ser tan sensible, es también bonito saber que uno está vivo porque siente, sabe que uno puede ser intenso xk tiene la capacidad de explotarse al máximo.
Ella está allí y no se puede hacer nada*

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